miércoles, 28 de agosto de 2013

Blancanieves y los siete enanitos (versión 1)


Blancanieves y los siete enanitos.

Érase una vez, en un lugar muy alejado, donde vivía una bella señorita llamada Blancanieves y su madrastra una mujer muy buena, quien por cierto la quería mucho y la trataba como una verdadera hija,  vivían muy felices en un enorme castillo, junto también al padre de blancanieves.
Por este mismo lugar se hablaba también de unos malvados enanos que raptaban a las señoritas, para ponerlas e realizar duros trabajos y ellos poder darse la gran vida, era tanta la mala fama de estos siete sujetos que los padres jamás dejaban salir solas a su hijas de sus casas, por temor a estos enanos, que por cierto ya tenían a muchas  señoritas en su poder a las cuales obligaban a trabajar durante todo el día a cambio de obtener supuestamente su libertad, algo que en realidad nunca sucedía, porque estos desalmados sujetos solo pensaban en su bienestar y para ello explotaban sin piedad a todas estas jovencitas.

Cierto día la bella Blancanieves quiso dar un paseo por los alrededores, pero como su madrastra no se encontraba en el castillo, decidió salir sola, sin imaginar siquiera el gran peligro al que se exponía.
En este divertido trayecto observando los campos, las aves y las flores, la hermosa Blancanieves fue sorprendida, por estos siete enanos, que al ver su belleza quedan impactados y deciden llevarla con ellos, por más que Blancanieves, pedía auxilio, y se esforzaba por huir, estos sujetos eran más fuertes y lograron llevarla hasta un lugar muy alejado del castillo donde la pusieron a trabajar durante varios días, en actividades muy duras, junto a otras señoritas de su misma edad.
Por su parte en el castillo la más preocupa era la madrastra de Blancanieves, que se pasaba los días llorando y pidiendo a Dios que pronto vuelva ver a su querida Blancanieves y sean felices como antes, sin duda la extrañaba mucho pues eran grandes amigas y confidentes.
Era tanta la desesperación por no saber de Blancanieves, que la madrastra se la pasaba llorando todo el día y solo pedía a su esposo que la encuentren pronto, él por su parte se encontraba muy angustiado y la buscaba por diversos lugares pero no podía llegar al escondite de esos enanos y cada día que pasaba era peor al no tener  noticias de la bella muchacha, que siempre había sido la alegría del castillo.
Pero cierto  día un príncipe pasaba por el lugar y al enterarse de esta mala noticia y conmoverse por el dolor de a madrasta que no hacía más que llorar y rogar a Dios  para que traiga de regreso a Blancanieves, decidió ayudarla, así que reunió a todos los hombres de los alrededores y fueron en busca de estos desalmados sujetos, los buscaban por todos lados, pero no lograban llegar al a su escondite, hasta que ya muy tarde divisaron una gran casa en lo más lejano del castillo, al acercarse constataron que efectivamente, allí estaba Blancanieves, muy triste y realizando labores muy pesadas junto a otras muchachas; los hombres al ver esto actuaron rápidamente.
Era tanta la rabia para con estos enanos que los atacaron directamente, los hombres eran más y los enanos la verse descubiertos solo huyeron lo más que pudieron, Blancanieves y las demás señoritas al fin pudieron ser rescatadas y volvieron felices a sus hogares.

La hermosa Blancanieves, regresó feliz a su castillo, su madrastra que tanto la había extrañado la recibió con un gran abrazo, y gradeció mucho al príncipe por todo lo que había hecho, luego de esto el príncipe se marchó.
Nunca más se volvió a escuchar de estos enanos y Blancanieves vivió feliz por siempre junto a su padre y su madrastra que tanto la quería y a quien ella también quería mucho.
Fin



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