martes, 30 de abril de 2013



La construcción de poderes desde las radios  populares: 
Nuevos desafíos político-comunicativos.
Las radios populares se tratan de múltiples y variadas versiones del trabajo radiofónico  y que han representado un espacio de poder, y al mismo tiempo propone pensar en los poderes que ellas podrían tener o representar hoy en día. En esta parte hacemos referencia a los tiempos que han pasado, las transformaciones del vivir, el pensar y el  sentir que atraviesan esas radios que pasan las realidades nacionales, regionales,  las practicas individuales y colectivas de las que están hechas.
Pero al tratar los poderes históricos de las radios populares, encontramos dos grandes interrogantes planteadas  ¿si la referencia a la historia alude al pasado como lugar cerrado, como momento concluido? , o ¿se refiere al pasado como etapa constitutiva y acto que sigue operando con referencia a partir de la cual se puede imaginar y construir un nuevo presente?
En tanto a la primera posibilidad, se tendría de todas maneras que confrontar un pasado que se presume glorioso o al menos exitoso, con una situación incierta. Dentro de esta alternativa podemos citar la opinión de ELOY ARRIBAS quien decía que resultaba difícil “analizar en unas líneas los complejos y diferentes problemas, dificultades y desencantos que hoy tiene una propuesta comunicativa que tuvo momentos brillantes en los años ochenta y noventa del siglo pasado”.
Sin embargo si asumiéramos la segunda posibilidad podemos comprender de qué manera la cuestión del poder ha estado presente en el devenir de las radios populares y de qué modo esa cuestión no tuvo en algún momento una resolución eficaz que luego habría perdido vigencia, sino que fue y es la que una y otra vez las enfrenta en cada contexto  espacial y temporal. 
 




Para hacer un mejor análisis en torno a este tema se ha tenido en cuenta tres dimensiones del poder que esta  presentes en el devenir de las radios populares, nos referimos a: el poder saber, el poder hablar, el poder ser y el actuar colectivamente, dimensiones que se encuentran íntimamente vinculadas pero que se pueden abordar por separado de forma puntual  como detallamos a continuación:

El poder saber
En este punto debemos remontarnos a los años 50 y 60 del siglo pasado en los cuales postularon el uso de la tecnología para facilitar la alfabetización de poblaciones indígenas y campesinas del continente o su escolarización formal, a esta podemos considerar como una cadena que ata fuertemente a las radios populares con la cuestión del saber y de forma específica del poder saber esta, asociado con el acceso a unos conocimientos mínimos para garantizar la incorporación más funcional de vastos sectores a los mercados productivos  fue lo que llevo a que muchas de esas radios hicieran suyos desde mediados de los años setenta y durante los ochenta los objetivos y estrategias de la educación popular.
En un momento determinado las radios populares reconocieron que la miseria y la opresión social y política eran consecuencia de unos actores que habían acumulado poder porque históricamente se habían apropiado de la tierra y de la fuerza de trabajo de los sectores populares  quienes se habían convertido en dueños de unos conocimientos  instituidos como verdaderos , válidos y útiles, invalidando de este modo múltiples maneras de aproximarse a la realidad, sin embargo los modos denominados como POPULARES, se asociaban con el atraso, la superstición, la inmediatez , la imposibilidad de universalizarse y que eran fruto en algunos casos de culturas milenarias y en otros de la lucha cotidiana por sobrevivir .
Fue a partir de este reconocimiento que las radios populares se afirman como radios educativas, que se instalan como unos espacios para un saber  y fueron reconocidas como lugares de aprendizaje, de producción de un saber cercano y colectivo reivindicando como propio por diversas  comunidades.
Luego de este reconocimiento fue que las radios populares se afirmaron también como medios informativos de abierta confrontación con el poder comunicativo, es decir con los medios masivos más importantes.

El poder hablar
El poder hablar en las radios populares representó una verdadera conquista para las mismas, debido a los claros casos de censura y amenazas que sufrieron algunos medios con anterioridad, por ello se consideraba que no tener voz  era igual a haber perdido la palabra y que debía recuperarse para hacer posible la liberación de toda opresión que sufrían los pobladores de la época.
El poder ser  y actuar colectivamente
Podemos observar que miles de testimonios y experiencias de las radios populares,  enseñaron que el poder saber y hablar, represento conquistar la dignidad de los ninguneados , es decir de todas aquellas personas que eran  humilladas, maltratadas, amenazadas y sobre todo personas a las que se les  apagaba la voz y soportaban en silencio las injusticias de una sociedad indiferente.
En este sentido las radios populares demostraron su capacidad de intervención política desde el campo cultural y fueron capaces de advertir la debilidad que implica en ese terreno el aislamiento.
Las radios son una relación comunicativa, un habla que demanda la escucha, unas palabras y sonidos que buscan captar la atención, respuestas y deseos  sin embargo las radios populares no pueden asumir el reto de ser esos actores político-culturales necesarios para la constitución de una ciudadanía fuerte, con capacidad de intervenir en la dinámica social para producir transformaciones inspiradas en los ideales de justicia y democracia.


 



Sin duda alguna, la única manera de evitar los maltratos, las humillaciones e injusticias de cualquier índole, son levantando la voz y dando a conocer nuestros punto de vista, para contribuir a la construcción de una sociedad cada vez más justa y democrática , donde no se permita las desigualdades ni la censura a los medios  y para tal fin encontramos en la radio un medio fundamental , que como ya  hemos visto llevó a muchas sociedades a liberase de forma definitiva de dictaduras absurdas y crueles que no permitían un desarrollo  equitativo de su población y no se interesaban por el respeto y cumplimiento de los derechos humanos.

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